sábado, 28 de septiembre de 2013

Taquicardia

Llevo una semana con una taquicardia mínima e intermitente, ese gorrión en el esófago de antes de leer en clase, de antes de pedirte salir, de antes de saber una nota, de antes, en este caso, de correr una carrera.

Eso de querer hacerlo bien es un hilo fino que tira de nosotros hacia delante, hacia arriba, y nos deja un ratito en el aire como un badén en la carretera, y nos planta un aleteo en medio del pecho.

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