viernes, 27 de septiembre de 2013

Guerra

Los viernes las chicas se visten de guerra, se pintan en la cara los mapas de la noche, se calzan botas incómodas pero letales, les crece una vértebra más, algo en la espalda que las hace ir más tiesas, más altas, tal vez para ver antes al enemigo, pero, oh, doble filo del arma, también para que el enemigo las vea antes, se perfuman lo suficiente como para que su olor vuele por encima del aire gris del Metro, presa de narices que caerán sobre ellas en picado.

A los que tenemos la paz en casa, evidentemente no nos interesa ni siquiera una batalla.

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