domingo, 31 de marzo de 2013

Atrás

A veces miro para atrás (en este blog, digo), releo cosas, algunas me gustan, otras no tanto. En parte esto lo empecé para releerme. También para dejar el papel, que queda con mala letra, que da pereza poner en orden, que acaba perdiéndose.

Hoy he releído lo último que escribí en papel (¿hará un año?, ¿más?) y no me ha gustado nada. Casi nunca nos gusta releernos (vernos en vídeo, en foto, lo que sea), no porque cualquier tiempo pasado fuese peor, sino porque fue distinto, porque ya no es nuestro, porque es menos nuestro que lo que nos pasa ahora. Así que es posible que dentro de un tiempo relea el blog y no me gusten ni los trocitos que me gustan ahora. Qué rabia, con las ganas que uno le pone a esto.

Fuego

Decía Fonso que un cristiano es una vidriera, que deja pasar la luz, que es Dios. Y un cristiano también es una velita que coge el fuego de una hoguera, que es Dios. Y la luz se contagia rápida, como un bostezo o un susto, y muchas velitas juntas dan mucha luz, y todas esas lecciones que nunca aprendemos. Pero sobre todo la primera, la de dejar pasar la luz, que tanto me cuesta.

sábado, 30 de marzo de 2013

Noventa

Noventa años hace la Nana. Noventa veces nadie, diría Gonzalo Rojas. Eso está bien como idea filosófica, como frase de carpeta para los que nos creemos algo, para los jóvenes sin perspectiva que pensamos que nuestro ombligo es epicentro y etcétera y nos hace falta poner pie en tierra. Pero para la Nana no vale. La Nana lleva sólo uno o dos años con la cabeza más allí que aquí, uno o dos años siendo nadie. Y ni siquiera, que aún le queda la risa (se ríe por imitación, por contagio, por lo que sea, cuando nos reímos todos), y le queda la ternura (coge en brazos a Blanca y se despierta, se levanta el velo, es otra, es madre otra vez, es alguien y no la nadie que se queda mirando más atrás de la tele).

viernes, 29 de marzo de 2013

Pasión

Si tuviéramos un detector de pasiones, algo que distinguiese la pasión del calentón (porque yo por pasión entiendo algo que apasiona, que llena la vida), la pasión del padecer, que distinguiese la felicidad de la risa, vamos, la fe de la religión, el fondo de la cáscara, podríamos llevarnos sorpresas.

Deberíamos pasar todos por el arco detector de pasiones, los nazarenos que lloran con la lluvia, los funcionarios, los contrabandistas, los padres de familia, los concejales, y quedarnos en cueros en lo que a pasiones se refiere, desnudarnos a fuerza de pitiditos de lo que no es pasión, pasar una y otra vez por el arco y quitarse cada vez una prenda, una superstición, una tibieza, hasta quedarnos con lo que de verdad quema en nuestro corazón.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Abuelos

(Como Picasso, sigo sin buscar nada, simplemente encuentro temas para escribir en lo cotidiano)

Un abuelo pasa la tarde asomado a la ventana. Ve el Parque de enfrente: pasan gitanas de 15 años con escotes de tetas de 30, pasan perros nietos de nietos de perros que tiraron de trineos, se quedan niñas a comer gusanitos en un banco, paso yo, un calvete serio que anda como una chica, pasa mucha más vida por la ventana que por la tele.

Un abuelo echa un trocito de pan por la ventana a una paloma. No sé si sabía que la paloma estaba ahí y ha ido a buscar el pan, no sé si cada tarde quedan a la misma hora para el mismo menú, o si primero tira el pan y luego viene la paloma y entonces tira otro trocito de pan. Da igual, lo más tierno es que me ha visto venir, ha cerrado la ventana, como avergonzado, como un niño tímido, como diciendo yo no he sido. Si supiera que su pan ha sido para mí un rayo de luz...

martes, 26 de marzo de 2013

Lo importante

El otro día le preguntaban a un chaval en una peli, en un anuncio, no sé, qué era lo más importante. El desayuno, decía, jeje. Y le decía el mayor que le preguntaba, no, hombre, la familia.

El mayor llevaba razón, pero también el chaval. Y si alguno hubiera dicho que el aire, o la banca, o la alegría, o participar, también habría llevado razón. Llevan diciéndonos desde pequeños (libros, pelis, curas, amigos, canciones...) lo que es importante, pero tiene uno que llegar a ciertos sitios, a ciertos momentos, para darse cuenta de qué es lo importante, y más, de qué es importante en ese momento. ¿No valen de nada los libros, las pelis, etcétera? Sí, de lista de candidatos.

lunes, 25 de marzo de 2013

Pétalos

¿Te acuerdas del árbol que te dije que nos ponía alfombra roja para entrar en invierno a la oficina? Pues esta tarde bailaba vestido de rosa un ballet de viento, se le escapaban petalitos rosas en los giros, lo he visto desde la ventana.

La primavera lleva días, antes de la fecha oficial, trayéndome a la puerta de la memoria almendros y ciruelos. A veces les abro, entran un rato, me dan textos malos, me dan mis primeros pasos en las chicas, me dan mis primeros pasos en la escritura. Vienen con cosas cursis y con una suavidad a la que no puedo decir que no. Me dejan la alfombrilla llena de petalitos, los recojo, porque no sé si valdrán de algo, como en los textos, como en el amor, no sé si lo que importa es lo que se va agarrado al árbol o lo que queda en el suelo.

domingo, 24 de marzo de 2013

Imprevisible

Qué envidia esa gente que tiene una idea clara, que tiene los pies en la tierra, los principios firmes, porque les viene algo imprevisible, un loco, una pregunta, y sólo tienen que mirar para la idea y que responda ella.

(Y más envidia a los que, por debajo, dudan; pero siguen mirando a la idea)

Fiebre

Quién hubiera dicho que tu cuerpo guardaba este calor, esta fila de grados centígrados, subiendo termómetro amarillo arriba, esta sorpresa, este sol en tu frente, las manos frías, el gorgor en tu sueño, se oye hervir tu futuro.

Así, tan blanca, parecías un folio, parecías nada, y eres piedra, eres lava, roca de fuego, me marcas como a un ternero, gotas de luz entre mi labio y tu frente para ver si tienes fiebre.

martes, 19 de marzo de 2013

Ternura

El Papa propone ternura, pero a mí me salta dentro el muelle de la rabia. El Papa también nos dice que no nos cansemos de pedir perdón. A mí siempre me ha dado vergüenza pedir perdón, porque yo no quiero reconocer que debo nada a nadie, yo no quiero aceptar que a alguien le haya quitado un trocito de algo (de alegría, de paz, de lo que sea). El orgullo, el mismo que da cuerda al reloj de mi ira, no me deja ser tierno, ni me deja mirarme, llorarme, rasparme a estropajo y pedir, aunque sea en un murmullo, perdón. El miedo no me deja llorar en las pelis, ni gritar en la nieve, ni parar 15 minutos en la estación que soy ahora. Mi miedo a mí, al que anda paseando solitario desde hace un año dentro de mí, no me deja abrir la boca, por si sale y se lía a balazos y me deja en calzones de un tiro en la hebilla.

Empiezo hoy una expedición a la ternura; a ver cómo acaba.

lunes, 18 de marzo de 2013

Bueno

Vemos Lo imposible, segunda peli en 2 días, estoy en récord, y segunda peli que me gusta, estoy sorprendido. La de ayer, Las sesiones, me puso de mal humor, pero me gustó, me enganchó, estaba bien hecha y contaba. La de hoy también enganchaba, pero además me ha hecho llorar.

Lo imposible es un buen título. Lo imposible es sobrevivir a ciertas cosas, lo imposible es seguir siendo humano cuando la vida grita animal. Ser más de lo que somos es imposible, pero hay gente que lo es. Ser bueno, bueno de verdad, como decía ayer del Papa que es Dios, es muy difícil, es imposible. Pero hay gente que lo es.

domingo, 17 de marzo de 2013

Infiel

No me gustan las pelis de infidelidades, le daría dos guantazos al prota. Me ponen triste los borrachos, me ponen triste los yonquis. No veo más que cobardía en los infieles, pobreza en los borrachos, tiempo perdido, vida perdida, que es más gordo, claro, obras de siglos tiradas al suelo, telas de hilos de amor rasgadas de un cuchillazo.

sábado, 16 de marzo de 2013

Cuentos

Siempre que escucho cuentos me da envidia. Me digo que yo podría hacerlo igual o mejor, que hay muchos huecos de realidad a rellenar con ilusiones y con humor, que las historias son sólo un paseo por dentro, que el más soso de nuestros sueños sería un cuento loco y divertido, que sólo hay que sentarse un rato y decidirse a contar sin contar nada, saltar por encima de las moralejas, que aburren, que ya las saca el que escucha si puede. Siempre que escucho cuentos me pincha la espinita que tengo metida en el rincón de mi alma para los cuentos.

viernes, 15 de marzo de 2013

Pájaro

(Un poemita traducido del vasco que hace mucho tiempo me descubrió Luis Ángel; el otro día me acordé de él [del poema; de Luis Ángel me acuerdo muy a menudo] hablando de Shiatsu, de querer que el de enfrente cambie, o que no cambie, o sea así o asá)
 
Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no habría escapado.

Pero así
habría dejado de ser pájaro.

Y yo...
yo lo que amaba era el pájaro.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Papa nuevo

Al Papa ahora, como a un cuaderno nuevo, le miden las palabras tal cual le van saliendo por la boca, le miran al microscopio los gestos, la ropa, el acento, releen sus biografías, lo resumen en 3 conceptos. Yo creo que Papa, como tantas cosas, se hace. Me permitan la radicalidad: qué más nos da quién ha sido el Papa, lo importante es quién será el Papa (yo todavía tengo esperanza de que va a ser bueno).

martes, 12 de marzo de 2013

Poema

Hacía mucho que no leía un poema y hoy Luis me ha enviado uno. Estoy desentrenado en leer poesía, pero ha sido bonito volver de visita. Igual me pasa con lo de Pirineos: es como volver a otra etapa, a una buena etapa de mi vida en la que crecí, aprendí, me conocí. También volver a Pirineos es volver a mi infancia, a un olor que al bajarme del coche me cogió de los pulmones, así huelen los Pirineos, dijo Papá, y a mí se me quedó un trocito de verde dentro.

Mientras pienso todo esto y vivo de pasar prácticas, de cargar datos de averías, vuelve por la tarde, apoyado posiblemente en la última luz de este sol oblicuo, el pájaro que por las mañanas repite el mismo poema con las mismas notas: la vida es más fuerte que la muerte.

lunes, 11 de marzo de 2013

Más tiempo

Hoy hablo del de segundero. Me falta tiempo. Los fines de semana se quedan cortos, hace tiempo que no veo a los amigos, no tengo tiempo para estudiar a fondo, ni para hacer abdominales, ni para escribir despacio y desde unos centímetros más adentro. No tengo tiempo en la oficina, avanzo poco, abarco mucho, aprieto poco. Pido más tiempo (y no muerto, precisamente).

domingo, 10 de marzo de 2013

Palabras

A uno a veces le viene la sensación de que tiene la boca, los bolsillos llenos de palabras y que no sabe cuándo ni cuáles sacar. Uno lee de prisa, de golpe miles de palabras y las va tirando a la basura tal cual las lee, ya se las sabía. Uno piensa que a veces usar tantas palabras, y tantas veces las mismas palabras las gasta, les quita valor y todo eso. En religión, en amor, por ejemplo, esto pasa. Tenemos miedo de usar una sola palabra, dos a lo sumo para hablar de todo. Tengo miedo, dejo el plural, de que no se me entienda, de que no se me crea. También tengo miedo al silencio, lo reconozco. También tengo miedo a no saber ayudar, parece que siempre hay que dar un consejo, añadir algo a lo oído. Yo, que tanto admiro las palabras, debería quererlas más, respetarlas y usarlas con más cariño.

Hablar

Hablar nos hace libres, soñar también, y hablar en sueños supongo que más. Hablar dibuja nuestra silueta en la niebla, o nuestra silueta en el lugar del crimen, con tiza, todo eso de las pelis. Hablar nos planta los pies en el suelo, nos dice, nos define, nos explica (nos hablamos para entendernos, para explicarnos a nosotros mismos quiénes somos). Anticipar conversaciones es casi como tenerlas: puede pasar que llegue y le diga, ya te he dicho todo lo que te tenía que decir, no hay nada más que hablar; porque a veces hablamos sólo para nosotros, hay cosas que uno tiene que decir en voz alta y nada más, con eso vale, da igual si le escuchan, sus orejas sólo quieren dormir tranquilas, decir, por fin lo dijo, por fin lo oímos, ya lo escupió, y dormir tranquilas.

viernes, 8 de marzo de 2013

Cepillos

Hay días en que nuestros cepillos amanecen dándose un beso.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Tiempo

Me refiero al climatológico. Dice Popov que le afecta, que en función del tiempo está su humor. Y a todos nos pasa, aunque sea muy poco. Ahora mismo sale el sol y uno ve las paredes de otra manera, y casi le sobra el jersey. Pero, mira, ahora se ha vuelto a ir el sol y al fondo andan tristes las nubes.

martes, 5 de marzo de 2013

Perdón

Que es un título que ya puse en este blog, que es una palabra que significa dar todo, dar toda la deuda al que debe. Toda (que eso es lo que añade per). El Evangelio lleva varios días hablando de perdón, de lo rácanos que somos con el perdón. Las madres perdonan mucho, las madres tienen otro corazón. Los padres, dicen, amamos con condiciones, perdonamos peor, borramos la deuda pero seguimos cobrando intereses.

Qué bonito, qué paz, qué cima con nieve y luz como el otro día en Soria, perdonar, dejar limpito el hueco donde había un grano, ni cicatriz siquiera. Y si no somos capaces de eso, dice la Maca, por lo menos perdonarnos el no serlo.

lunes, 4 de marzo de 2013

Cambios

Hoy ha empezado a cantar un pajarillo en el jardín de la Comunidad. Bueno, hoy he empezado a oírlo, igual lleva días cantando. Oigo poco y escucho menos. Me urge agacharme y escucharme las tripas, debo grabarme las posturas, los enfados, la impaciencia, que todo me habla de mí, que todo es el hilo que lleva a mí, un agujero por el que entrarme. Debo dejarme de paraguas, ahora que viene la lluvia, debo quedarme en silencio, mirarme al espejo, fijarme en los cambios: de humor, de luz, de altura, de tensiones, de olor del sudor. Saber dónde estoy, los mínimos milímetros que me han ido dejando aquí, y aprender cómo hacer para cambiar.

domingo, 3 de marzo de 2013

Gritar

Ayer grité, golpes secos de voz, un litro de aire cada golpe, un palmotazo en el aire que me volvía y me asustaba. Ayer, en lo plano y blanco de un monte, en mitad de una limpieza de nieve y luz, un paisaje lunar de leche y nada más grité al aire. Puede que necesitara más gritos, más largos, acompañados de saco de boxeo, de piedras al horizonte, de tacos, cara roja, todo eso, porque me quedé con hambre, o lo contrario, porque no me vacié. Siempre da un poco de vergüenza perder los papeles, siempre da un poco de miedo decir que tienes miedo, siempre cuesta empezar a sentirse débil, desangrarse por la boca, perder la voz en un grito que limpie de óxido el alma.

Por dónde seguirá esta terapia de andar por casa, este deshacer el iceberg cuya punta es mi dolor de hombro, no lo sé. Gritar a un aire que no te juzga es un paso bonito, curioso, nuevo, que voy a repetir, por si funciona.