miércoles, 27 de febrero de 2013

¡Está nevando!

Así inauguró mi madre un día a las nueve de la mañana. Los 4 nos asomamos a la ventana y durante un ratito vimos nevar, unos segundos, el tiempo que tardó la realidad en desmentir a la imaginación: no nevaba, ni siquiera llovía.

Desde entonces a mí la nieve no me hace ilusión por lo blanco o lo tranquilo de su caída, sino por mi madre, que una mañana inventó la nieve para hacernos felices.

lunes, 25 de febrero de 2013

Muchas cosas

Ayer cené mucho. He dormido mal, en parte por la cena (el jabalí gruñía de vez en cuando en mi boca) en parte porque dejé un correo a medias (la Maca me dijo piénsalo mejor; y menos mal, los árboles no habrían dejado ver el bosque, las voces habrían hecho sombra al mensaje). Esta noche me ha dolido el hombro (me ha vuelto a doler el hombro, mejor dicho, que ya casi no me dolía), esta noche he vuelto a boxear contra un tarugo mudo y bobo, mi padre, un sueño muy metafórico: le pegaba pero no le dolía; mis puñetazos olían a rabia (hoy me han diagnosticado mala leche en un shiatsu que he recibido) como en las peleas torpes a la salida de cole (los árboles no dejan ver el bosque), los puñetazos eran impacientes, impotentes, inútiles, rebotaban en su cara como en un balón; puñetazos como palabras, claro. Luego, por la mañana, leo el Evangelio: "la medida que uséis la usarán con vosotros", y yo la llevo al "quien a hierro mata, a hierro muere", claro, "aquí tienes de tu medicina".

Y hace poco, al final del día, en el correo, luz; la Bostru, siempre luz, me regala dos canciones, me recuerda dos certezas: que a veces sentir miedo es el gesto más valiente y que todas las noches rezo por vosotros, los que me queréis, porque es la medida recíproca a usar con vosotros.

domingo, 24 de febrero de 2013

Poesía

Dice Marina que la poesía no son unas letras, sino una forma de ver la vida. Dice Marina que el amor no es una emoción, sino una actividad. Dice Marina que Dios no es una idea, es una acción. Y yo creo que Marina no hace más que repetirse y repetirse, y me encanta.

sábado, 23 de febrero de 2013

Sordo

Lo importante de la palabra sordo es que su raíz es indoeuropea, y que es también madre de susurro y de zumbido y de absurdo, que las tres son cosas que no se entienden.

Dichosos los que oyen, los que aplican la oreja a la tierra caliente y ven venir a los caballos, los que agachan la cabeza, guiñan los ojos, ponen la mano en cuenco, se estiran, se tapan el otro oído, todo, para oír los susurros, lo que no entienden (dichosa Mamá, que oye, y entiende, a la Nana).

Y pobres, en su sordera llevan la penitencia, los que no oyen, los que llevan su zumbido de banda sonora y se pierden trinos y gritos y lluvia y caballos y Nanas.

viernes, 22 de febrero de 2013

Derecho

El derecho a enfadarse es inalienable (¿se dice así?, qué palabra más rara), pero también es ridículo. Del derecho a enfadarse han nacido las mejores úlceras, las lágrimas más gordas, y etcétera. Pero yo llevo una semana enfadado (los listos dirían que me aflora el enfado de mi padre, que me aflora el enfado de la boda, que no hay quien los enajene, que el optimismo también cansa, sobre todo si lo que llueve y ve uno alrededor y en lo que nada y flota es en noes y puertas cerradas; y los listos llevarían razón). Hoy me enajeno un poco, me salgo un pie del tiesto en el que suelo estar y me enfado.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Rachas

En las que me salen granos, en las que la barba se me engancha a cualquier cosa, en las que me escuece el ano, en las que tartamudeo, en las que leo más caras por la calle, en las que no tengo ganas de correr, en las que hablo mucho, en las que me asusta lo que viene, en las que me ducho sólo con agua, en las que me enfado si me rozan en el tren, en las que actúo con las tripas, en las que se me olvidan o no valen los temas para el blog.

Y todo esto, me da a mí, son puntas de iceberg, lo que deja ver mi cuerpo, mi lengua, mis gestos, que me delata.

Complicar

Qué curioso, explicar es sinónimo de desplegar, porque consiste en plegar (plicar) de dentro a fuera (ex).

Pero qué me dices de complicar, que es plegar por completo. Y la gente, lo que plegamos y doblamos y volvemos a plegar las simples, sencillas, lisas cosas.

lunes, 18 de febrero de 2013

En cueros

Bueno, tampoco es eso, más bien en calzoncillos, porque aquí uno no se desnuda del todo, esto es sólo erotismo.

Mi padre me ha pillado en calzoncillos, ha descubierto el blog, y es como que te abran la cortina en el Zara. No por lo que he dicho y diré de él en el blog, que se lo diría a la cara si fuese capaz de entenderlo (ahí lo tiene, en letras grandes, por si algún día se le enciende algo y algo entiende). Mi pudor es por la desigualdad de condiciones: si yo me pongo en calzoncillos (ya digo que a mí no me cuesta escribir en este blog, que sólo doy mi cáscara, no es desnudo integral), si yo me pongo en calzoncillos, digo, qué mínimo que el que me lea vaya en pijama. Mi padre gasta armadura desde hace año y pico y yo con cobardes no trato.

Ésta era una opción con la que contábamos, no entraba en los planes, pero contábamos con ella. No pasa nada, esto no era para ocultarlo (ni a él ni al que pase por aquí). Lo bueno de esto, como siempre, es la lección que andaba oculta en mi sonrojo, en mi rabia: ni me importa su vida ni quiero que sepa de la mía.

La Maca, que, como siempre, me entiende mejor que yo, me abraza suave en el sofá, porque esto de que a uno le pillen en calzoncillos, ya lo sabe ella, siempre da un poco de frío.

domingo, 17 de febrero de 2013

Gaviotas y lágrima

¡Hay gaviotas en Madrid! Comen en Valdemingómez, chapotean en el Manzanares y se van a dormir al embalse de Manzanares el Real, me entero en el blog Caminando por Madrid. Y más bonito todavía son sus nombres, tres tipos: patiamarillas, reidoras y sombrías.

Yo llevaba unos días viéndolas volar por encima y gritaban como gaviotas, pero no imaginaba que llegasen tan lejos desde el mar. Es curioso imaginar qué pensaran estas gaviotas lejos de casa, si veranearán, cuando tengan energía ahorrada, en la playa; imaginar si echarán de menos la sal, los barcos, a Poesidón, qué sé yo. ¿Se llevarán bien reidoras y sombrías? (pero esto ya son mis cursiladas).

Y también me acompaña una lágrima desde hace unos días, una lágrima de frío que empieza a llorarse al salir de casa y me sigue todo el recorrido. Una lágrima que corto con el guante cuando creo que ya está bien, cuando ya me llega por la barba. Una lágrima que me recuerda épocas peores, claro, en las que lloraba por algo, o sea, una lágrima que, paradójicamente, me alegra.

sábado, 16 de febrero de 2013

Hábito

El hábito no hace al monje, y la mona vestida de seda, mona se queda, y los títulos, los sueldos, la edad, la cáscara, cambia poco o nada de lo de dentro. Maleducados los hay de profes universitarios, caraduras de gerentes de empresas, inmaduros de jefes de psiquiatría y dejamos aquí la lista. Mi única esperanza es seguir repasándome (aunque sea en este blog), intentar aprender en piel ajena y procurar no caer, qué difícil, donde otros ya tropezaron.

viernes, 15 de febrero de 2013

Estudiar

¿Te acuerdas de cuando suspendiste todas en Primero de Carrera porque dabas pedales sin cadena, porque estudiabas mucho y mal, sin método ni ton ni son?

Pues me siento igual, con libros y apuntes y mesa y colores y nada en lo que fijarme, y nada con lo que quedarme. Influirá la edad, la tele encendida mientras leo, también mientras escribo este blog, el no ir a correr, el olvidar que lo bueno y breve es mejor. Algo tendrá que cambiar para que estudiar no sea un paseíto del que mañana no me acuerde.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Perfecto

Que significa que ya está hecho, como si fuésemos una tortilla, un pollo a la pimienta, un zumo de naranja. Lo peor de pensar que uno es perfecto no es la falta de perspectiva, la ignorancia, la necesidad de leer que denota, sino que uno piense que lo del de al lado no lo es. Lo malo de mirar sólo el ombligo de uno es que no se tiene con qué comparar, y cuando se levanta la cabeza ya es tarde, porque el único canon que se conoce es eso, su ombligo.

martes, 12 de febrero de 2013

Atardecer

No diré lo de que alguien ha soltado harina a puñados por el cielo esta tarde, que la luna sonreía fina, el Dios de los atardeceres mirándonos con ternura, que respirar es la repetición infinita del milagro de nacer, que respirar es la repetición desapercibida del milagro de nacer, que si te ríes, ya debió de decirlo san Valentín, se apagan mundos, cielos, lunas y respiraciones, que es más difícil decir todo esto que atardecer hoy contigo.

lunes, 11 de febrero de 2013

Despapados

Yo tenía esperanza en Ratzinger porque pensaba que era ateo. Resultó ser un viejo que no supo levantar la mirada.

Ahora, como cuando se jubila un Director de la oficina, tiene uno la esperanza de que alguien llegue que algo cambie. Es bonito eso de ser todavía un poco inocente, un poco ingenuo, y creer que puede pasar algo, y que encima ese algo puede ser mejor.

Deseando estamos los cristianos de empaparnos, de que llueva por fin algo del maná de Dios y no del humano.

domingo, 10 de febrero de 2013

Canción

Hoy me ha traído mi suegro algo de mi infancia, el principio de una canción de la que creo que los dos sólo nos sabíamos el principio, la música lenta, triste, como una foto manchada, de una canción que ha resultado ser de amor:

"Esta noche ha llovido, mañana hay barro", que es una frase de después de cenar, que es la frase que nos sabíamos, que es una frase de labrador, que es algo en lo que uno ya no piensa porque en la A2 no hay barro.

Y sigue: "pobre del carretero que va en el carro". Ay, eso sí que termina de asfixiarme el corazón, que alguien se acuerde del carretero, que alguien ande enamorado del carretero y le pique la lluvia tanto como a él, y que el pobre carretero tal vez ni lo sepa. Esto me deja un picor de garganta, la lágrima en la sala de espera.

Y termina con dos cositas muy tiernas:
"Dicen que los pastores huelen a sebo, pastorcito es el mío y huele a romero."
"En el medio la plaza cayó la luna, se han hecho cuatro partes y tú eres una."

Y a mí la lágrima me pasa al párpado porque, no sé por qué, me acuerdo de mi padre, como una foto manchada.

Shiatsu

Parece que uno deja en este blog lo importante para nunca, que va tratando lo mundano, lo mediano, y tampoco se acuerda de lo pequeño, con lo crucial que es lo pequeño.

El shiatsu está resultando ser una cosa grande a fuerza de tener cosas pequeñas. Le dedico mucho tiempo, tengo puestas esperanzas en él (me hago el escéptico, o lo soy, porque no querría llegar a una conclusión falsa como un mal matemático; quiero llegar, como en la religión, como en la vida, a una solución que me sirva para vivir). Y él de momento sólo me da pequeños signos: un calambre allí, una zona del abdomen sospechosamente activa, una asiduidad de receptores, etcétera.

El shiatsu es una tarea mínima, un proceso lentito, lentito, que a los cagaprisas como yo que predicamos paciencia y amor por lo pequeño, nos sienta otra vez en nuestra silla, y nos pone otra vez a aprender.

viernes, 8 de febrero de 2013

Gentuza

Todos pertenecemos a un estereotipo. A cada uno le revientan ciertos estereotipos (a veces, qué curioso, coinciden con el de uno mismo). A mí me sacan de quicio las personas bocazas, las quejicosas, las acomplejadas, las llamaatenciones, las antiempáticas y las maleducadas. Y a veces, cuando todo esto coincide en una sola persona, estoy muy cerca de perder los nervios. A ver cómo me trato esto.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Rico

No hay mayor pobreza que la avaricia, leo en un latinajo. Yo sigo pensando, como la Madre Teresa, que no hay mayor pobreza que la soledad, pero después seguro que está la avaricia, porque, puestos a tirar de frasecitas, no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.

Millás

Dice Millás que su padre fabricó un bisturí eléctrico, que según corta, cauteriza, deteniendo la hemorragia. Dice Millás que la escritura hace lo mismo: según abre la herida, la va cerrando.

martes, 5 de febrero de 2013

Llorar

Ayer una rubia de bote con uñas pintadas de marrón lloraba en el tren hablando por teléfono. Entre medias mandaba a la mierda al resto de niños: "a mí el resto de niños me importan un pimiento, corazón, el que me importa eres tú". Y seguro que es verdad, pero yo creo que a veces hay que levantar la cabeza y mirar lo que hay al lado y relativizar lo de uno y volver a repetir con Gonzalo Rojas que nunca es para tanto.

lunes, 4 de febrero de 2013

Tierra

El sábado el campo no sabía a qué oler, si a tierra recién movida o al gasoil del tractor que la movía. Ayer yo no sabía a quién escuchar, si a mi pasado o a mi presente, si a mi cabeza que decía escribe o a mis manos que decían te repites, si a mis raíces o a mis hojas. Uno se engancha a veces donde quiere y otras donde le toca; uno se engancha en preguntas, en el pasado, en las raíces y en los complejitos, por ejemplo, o en una lágrima, qué rabia, una sola lágrima que falta por llorar y no se llora.

sábado, 2 de febrero de 2013

Despedidas

De soltero. Lo peligroso de intentar hacer algo especial por la cáscara, es que la cáscara se rompa y, o te caiga un trozo en la cabeza, o, lo que es peor, descubras que dentro no había nada. Nada más que la intención de pasar a la historia a cualquier precio, nada más que el olor a eco de una carcajada forzada.