miércoles, 30 de abril de 2014

Palomas

El lunes vimos una paloma dentro de un jardincito, pegadita a la valla, encogida, yo creo que le vi alguna lágrima en los ojos (si es que las palomas lloran, y si no, yo la vi igual), esperando la muerte, nos dijimos.

El martes vi a la paloma al otro lado del jardín, pegada a la otra valla, piándole a otra que andaba por fuera. Eran dos palomas distintas, una debía de ser churra y la otra merina (el equivalente en razas de palomas, quiero decir), pero parece que se entendían en el esperanto de las palomas. La de dentro, debilucha y coja, le decía en un pío pío que yo no sabía que tuvieran las palomas a la de fuera, grande, fuerte y picoteando el suelo, que se estaba muriendo. Y la de fuera entendía ese esperanto básico del dolor, ya digo, y yo diría que le vi alguna lágrima en los ojos (porque las palomas lloran).

lunes, 28 de abril de 2014

Refrán

"Buenos amigos y buenos abriles, uno entre miles", dicen en el Tiempo de la 1. Y yo los aparco, los doy por hecho, los descuido los amigos. Es que esta mañana me ha dolido leer tarde el blog de Alfonso. Me ha emocionado su emoción. Uno les supone a sus héroes superpoderes, y se equivoca. No porque no los tengan, sino porque les pone de menos: llorar es otro.

domingo, 27 de abril de 2014

Bigote

La señora tenía chándal rojo, creo que mangas azul marino, coleta de trenza y brazos cruzados, en una mano una bolsa de plástico colgando con algo dentro, y bigote. La señora tenía un bigote peinado hacia abajo, como se peinan algunos calvos, el pudor del belfo superior desnudo, supongo, un bigote cortado a navaja un poquito antes de tocar la carne roja del labio, un bigote que ya le gustaría a muchos adolescentes poder lucir con tanto orgullo, que ya lo hubiera ansiado Groucho Marx para no tener que pintárselo con rodillo. Donde esté un bigote llevado a gala, que se quiten mis barbuzas, las perillas, las moscas o las patillas de rockero.

Justicia

Es de justicia decir que se me curado la tendinitis de la rodilla; uno puede levantar quejas a la Naturaleza pero también debe enviarle cartas de agradecimiento.

Como en tantas cosas, uno ya no sabe qué es lo que habrá funcionado: si el reposo, si el estirar, si el relajar la parte alta de la espalda, si tocarse el punto 9 del meridiano de Bazo, si pensar en otra cosa, si quitarse de encima una preocupación, si un cambio de actitud, si del reposo vino el pensar de otra forma, si estirar la espalda me quitó de encima la preocupación, si la actitud dejó de vibrar en el 9 de Bazo, o si todo junto. Por eso a todo eso que he hecho le pongo en el "Para" de este correo de agradecimiento.

miércoles, 23 de abril de 2014

Sudor

¿Qué tiene el sudor que me cura? ¿Me saca de dentro lo malo, los problemas, las lesiones, las prisas, y lo gotea por el camino? Un perro podría seguir mi ruta de toxinas y si entrara en casa y me viera después de la ducha no sabría reconocerme, no huelo ya a nada más que a futuro.

martes, 22 de abril de 2014

Retiro

El Retiro se llama así porque allí se marchan las parejas que se quieren, las parejas de pájaros que se quieren, las parejas de flores que se quieren, las parejas a las que se les acaba de escapar un niño entre los dedos (me acuerdo aquí de Benedetti) y se quieren, las parejas que se quieren de milagro, por encima de las aguas del charco del Retiro se quieren.

Pregúntale al Retiro, pregúntale si esta tarde hemos estado paseando nosotros de la cintura por encima del agua, de la muerte, de las flores, queriéndonos más que nunca en el Retiro.

lunes, 21 de abril de 2014

Llueve

Llueve y acompaña la lluvia mi caída de párpados, mi huelga de ilusiones caídas. Llueve y nos moja el cielo de gotas grises que me gotean desde la coronilla hasta la espalda y hasta la pierna que me duele. Llevan las gotas el camino exacto de mi dolor, desde el culo hasta el tobillo. Llueve y uno tiene que agachar la cabeza y dejarse llover.

domingo, 20 de abril de 2014

García Márquez

Esto tenía que aparecer en este blog. García Márquez siempre está presente en este blog, aunque sea muy sutilmente, aunque nadie nos demos cuenta, por eso de que yo no sé escribir sin copiar (malcopiar).

Muere García Márquez y yo me había despedido de él (literariamente) hace poco, releyendo "Cien años de soledad". Se queda uno como más tranquilo, como con los deberes hechos ("yo te quería antes que todos los buitres que llegan ahora con tu muerte", o algo así piensa uno). Pero da igual, lo importante es la huella, la huella que dejó en mí y que ahora es parte de mi huella, de mi forma de escribir y, aunque nadie nos demos cuenta, de mi forma de vivir.

jueves, 17 de abril de 2014

Picasso

Después de ver a Picasso siempre saco la misma conclusión: su genialidad tenía tanto trabajo detrás que su mérito no era ser genio, sino ser tan constante. Es una conclusión un poco larga para la sensación tan simple que me llevo, la certeza de mi mediocridad, no por falta de talento sino de dedicación, la incapacidad de apasionarme tanto por algo.

martes, 15 de abril de 2014

Magia

Desayuno con Álvaro, me pido colacao, él café, pero en la bandeja aparecen además 6 galletas María y 2 onzas de chocolate que, no lo he visto, se habrá sacado del bolsillo como un mago de los desayunos, un mago diferente que en vez de palomas de sombreros, saca de mitad de la mañana un trozo de mi infancia. Regalazo.

lunes, 14 de abril de 2014

Tendinitis

Las tendinitis son las lesiones más educativas, sobre todo para los impacientes como yo. Las tendinitis, para los obsesivos como yo, son el pez que se muerde la cola: uno tiene tendinitis porque está tenso, y como no puede entrenar se tensa más, y así. Las tendinitis son el orvallo de las lesiones, la lesión que parece que va a escampar, pero no, el dolorcito que le acompaña a uno durante días sin grandes arreones.

Todo eso es una tendinitis, otro librito de bolsillo más del que aprender algo.

domingo, 13 de abril de 2014

Ira

Tengo la ira a flor de piel. Podría escribir un libro que se llamara "Los poros de la ira" y lo mismo era best-seller, por eso de sentirse identificado el lector: hay días (yo llevo ya una racha larga) en los que todo sienta mal, las gotas de lluvia nos erosionan pelo, hueso, cerebro, todo hasta llegar a los pies, nos enfada enfadarnos y pagarlo con quien no es (la verdad es que uno no tiene ni idea de con quién tendría que pagarlo, es un enfado antiguo el que vuelve a flotar, igual un enfado hecho de enfaditos huérfanos y en el que ya es imposible saber el padre de cada uno).

Ando sacando ese enfado sin remite. A los que os salpique, perdón.

sábado, 12 de abril de 2014

Barro

Dice la medicina china que la inseguridad nos habla de un desequilibrio en la energía de Tierra. También dicen que el miedo viene de un desequilibrio de Agua. A mí, que me han bailado los pies en el aire y que me han temblado las canillas con todo el tema del SIDA, se me ha formado un barro (Tierra y Agua) del que ya me voy deshaciendo. Cuesta volver a tener las pulsaciones en su ritmo, agarrarse a esa rutina que tanto me gusta, que tanto me asegura (falsa seguridad, ya lo sé), y mirar dar un Shiatsu centrado. En esto de vivir, ya lo dice la Biblia, el que tenga oídos, que oiga, que los acerque al evento, escuche y aprenda.

viernes, 11 de abril de 2014

Fuera

Pues claro que podemos juzgar por las pintas, por lo de fuera, porque no hablamos de pantalones, pendientes, colores de pelo, sino de la boca, las manos, los ojos, los olores, las cosas que, no lo sabemos, pero percibimos.

Hay gente que me huele mal, aunque lleven Paco Rabanne (¿cómo se escribe ese apellido?), hay gente que me cansa, pasa a mi lado y se me pegan sus ojeras, y hay gente que tiene ojos en los que se puede veranear, hay gente que habla y parece que cantara, que cantara nanas que no he oído nunca pero que conozco desde muy pequeño y me amansan.

jueves, 10 de abril de 2014

Abraham

Hoy en la primera lectura Dios le dice a Abraham que se vaya poniendo los calcetines, que tiene que ser padre de un pueblo, y un pueblo grande, casi como el PAU de Vallecas.

A mí me emociona cuando el Evangelio se fija en lo pequeño. Abraham, viejo, y Sara, seca, estéril, tuvieron descendencia para llenar varios PAUs.

A mí me emociona cuando lo pequeño se hace enorme.

miércoles, 9 de abril de 2014

Huevo

Lo del SIDA, que lo dejé a medias, ha sido como sacar el pie del huevo, pisar un poquito fuera y, zas, meterlo otra vez para dentro, que está muy frío el suelo.

lunes, 7 de abril de 2014

Valentía

Hay días y días. Hoy ha sido raro, duro, como nebuloso: he dicho que no a dar Shiatsu a drogodependientes. Hay tantas lecciones en toda esta historia que seguramente irán cayendo en entradas futuras, no me da hoy la letra para contarlas todas.

La primera es conocida: decir que tienes miedo es un acto valiente, pero más valiente es afrontarlo (cosa así se podrá leer en los manuales de autoayuda). Yo hoy he dicho que tenía miedo al SIDA (y a lo que se sale de mi rutina, de mis raíles, a lo que me quita mi tiempo, a lo que me pide más de lo que me da). Me ha faltado tirarle el guante a la cara al SIDA (igual por eso me acuesto con un gusto a tormenta en la boca todavía).

domingo, 6 de abril de 2014

Muralla

Decía un papelito que cogí en Vitoria que la muralla de la ciudad no era toda original, tenía trozos, reparaciones, añadidos de distintas épocas, pero que es normal, que le pasaba como a nosotros, que somos toda nuestra historia.

A veces tenemos tal obsesión por lo puro, lo puro, lo puro, que no nos damos cuenta de que nada es puro. Ya lo dije: somos nuestros pies, que nos han traído hasta lo que somos, muy diferente (menos mal) de lo que fuimos.

sábado, 5 de abril de 2014

Barrendero

El otro día un barrendero abrió un paquete de clínex y tiró al suelo el plástico. "¿Pero qué me dices?" me dije. Yo pensaba que entre bomberos no se pisaban la manguera, que los barrenderos salían a la calle con los zapatos limpios, para ensuciar menos, que eso de que la gente tira las cosas al suelo porque no lo recogen ellos era una frase de profe de EGB y además era verdad. Pero no, el mundo a veces gira hacia el lado que uno no se imagina y se pueden encontrar barrenderos-Penélopes que deshacen en las horas pares lo que hacen en las impares.

viernes, 4 de abril de 2014

Rebotes

Hay gente a la que quieres de rebote, porque la quiere alguien a quien quieres. Eso me pasaba a mí con la abuela de Luis, que la conocía de oídas y la quería más de lo que pensaba. Lo descubro hoy que se ha muerto, que me cuentan que se ha muerto y me pongo triste, como si se hubiera fundido una bombillita en la vida de Luis y, de rebote, en la mía.

miércoles, 2 de abril de 2014

Uña

Ayer me corté las uñas. Se me olvidó cortarme la del meñique derecho. ¿Habrá ahí, subterráneo, latiendo, un tío de los que se dejan esa uña larga (para rascarse el oído, para cazar mocos difíciles, para meterse rape, coca...)?

Esta tarde me corto esa uña.

martes, 1 de abril de 2014

Corazones

Qué bonito, los corazones que la gente dibujó a navaja en los árboles hace años han crecido, los I x J, los Te quiero Bea, los Mar corazón con flecha Isma, se han hecho mayores, ya son amores grandes, ocupan un trozo grande de corteza y, seguramente, hayan tenido hijos que volverán a arañar de amor los árboles.