Llueve y acompaña la lluvia mi caída de párpados, mi huelga de ilusiones caídas. Llueve y nos moja el cielo de gotas grises que me gotean desde la coronilla hasta la espalda y hasta la pierna que me duele. Llevan las gotas el camino exacto de mi dolor, desde el culo hasta el tobillo. Llueve y uno tiene que agachar la cabeza y dejarse llover.
No hay comentarios:
Publicar un comentario