domingo, 13 de abril de 2014

Ira

Tengo la ira a flor de piel. Podría escribir un libro que se llamara "Los poros de la ira" y lo mismo era best-seller, por eso de sentirse identificado el lector: hay días (yo llevo ya una racha larga) en los que todo sienta mal, las gotas de lluvia nos erosionan pelo, hueso, cerebro, todo hasta llegar a los pies, nos enfada enfadarnos y pagarlo con quien no es (la verdad es que uno no tiene ni idea de con quién tendría que pagarlo, es un enfado antiguo el que vuelve a flotar, igual un enfado hecho de enfaditos huérfanos y en el que ya es imposible saber el padre de cada uno).

Ando sacando ese enfado sin remite. A los que os salpique, perdón.

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