viernes, 11 de abril de 2014

Fuera

Pues claro que podemos juzgar por las pintas, por lo de fuera, porque no hablamos de pantalones, pendientes, colores de pelo, sino de la boca, las manos, los ojos, los olores, las cosas que, no lo sabemos, pero percibimos.

Hay gente que me huele mal, aunque lleven Paco Rabanne (¿cómo se escribe ese apellido?), hay gente que me cansa, pasa a mi lado y se me pegan sus ojeras, y hay gente que tiene ojos en los que se puede veranear, hay gente que habla y parece que cantara, que cantara nanas que no he oído nunca pero que conozco desde muy pequeño y me amansan.

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