martes, 1 de enero de 2013

Resúmenes

No soy yo de eso, no porque no me gusten los resúmenes finales, los dictámentes, es que soy lento, soy muy malo para analizar, suelo fallar en mis conclusiones, tengo que desdecirme siempre luego. Creo que las cosas se van destilando en mí no despacio ni rápido, sino a su ritmo. Las cosas pasan y luego, al año, al mes, al lustro, cuando toque, dice uno leche, eso que yo pensaba que no iba a ser nada ahora lo es todo, y vicerversa.

Por eso no me atrevo a ponerle nota al año (además hace años que no cuento años por diciembres sino por abriles, por primaveras, me van a permitir la cursilada poética). Al mirar para atrás mi cara rebota para delante: lo que veo atrás es actitud y entonces la única respuesta hacia delante es otra vez la actitud.

(Y también me van a permitir acabar con una pirueta etimológica que me parece preciosa: en resumen, re-sumere, re-su-emere, la raíz em es indoeuropea y significa tomar; volver a tomar para sí)

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