Decía Claudiano que la virtud es el premio de sí misma. Estoy de acuerdo con Claudiano y no hay nada que añadir y al mal entendedor mucho que explicar.
Leo el título de un libro de poesía, La velocidad de la belleza. Pienso que es bonito, porque no sé a qué velocidad va la belleza, si lenta o rápida, y pienso que también podríamos hablar una tarde de la belleza de la velocidad.
Primero vivir, luego filosofar, es la traducción de un latinajo que habla de lo mismo, me da a mí, que la entrada Inteligencia de hace unos días.
Y por último un poemita circular de Eduardo Fraile:
Las tardes van siendo más cortas
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