lunes, 21 de enero de 2013

Frío

- ¿Y este frío, doctor?
- Eso es miedo, no se preocupe. No se preocupe por el frío, quiero decir, pero preocúpese por el miedo, por ese miedo subterráneo que le enfría la sangre sin darse usted cuenta. ¿A que a veces le falta el aire?, ¿a que no hay manera de tener los pies calientes en este invierno de recuerdos? Escupa usted cuanto pueda, en cada decilitro de saliva se va un grado bajo cero. Tiene usted que escupir mucho, ya lo ve, tiene usted que perder el frío como sea, tiene que acostarse llorando, si es posible, que el llanto calienta las orejas y, no sé por qué leches de compensación, el alma. No le tenga usted miedo al miedo y plántele cara si no quiere llegar a agosto con la nariz roja y una mueca de tristeza congelada.

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