jueves, 2 de enero de 2014

Pis

Seguro que los perros, los gorriones, las hormigas me huelen la enfermedad: uno mea orina muerta cuando está malo. De pequeño pensaba que meaba el antibiótico, ahora que no lo tomo sé que lo que orino es el mal, la sangre un poco cocida por la fiebre, los retortijones que han recorrido todas las venas del cuerpo, el sueño despertado por calambres. Por eso siempre bendigo mi pis cotidiano, el que sólo huele a miel, a cocido, o a lo que cenase ayer, porque es el orín de la salud.

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