lunes, 27 de enero de 2014

Diario

He visto tirada en el suelo una llavecita de esas de los diarios que se regalaban en la primera comunión. A mí me regalaron uno. Lo empecé varias veces: no me gustaba mi letra, yo quería una letra digna para una cosa seria como un diario y nunca la conseguía (y otra primera hoja arrancada). No creo que llegase a 3 o 4 hojas escritas.

Ahora se puede decir que sí escribo un diario. La letra me gusta (Arial, 11). Lo que cuento a veces también me gusta, otras no. Aquí me desnudo un poco, lo justo, lo que no nos ruboriza a nadie, ni al que lee ni a mí.

Escribir a veces me da miedo, lo reconozco, por si me quito más ropa de las debida y el sorprendido no es el que lee, sino yo.

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