viernes, 17 de enero de 2014

China

A una china se le cae el monedero en el andén y ruedan monedas, un boli o un lápiz de ojos, y la china se pone nerviosa, creo que le da vergüenza llamar la atención, no quiere que todo Atocha la mire, le da igual perder los 3,76 euros por el suelo con tal de que no la miren. Pero un chico empieza a recoger monedas, y la china entonces también, se agacha a las que le caen cerca; el boli, el lápiz, lo que sea, parece que no le importa a nadie; otro señor ayuda con otra moneda; al final la china recoge el boli, lo mete de cualquier manera en el bolso y lo cierra: se acabó la vergüenza.

A veces nos pasa: detenemos nuestras vidas por no sé qué miedo al qué dirán.

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