lunes, 20 de enero de 2014

Juanjo

Juanjo era un compañero de Shiatsu. Era, porque lo ha dejado. Y era compañero desde 1º; 2 años y medio con él. Me ha dado pena que lo deje, por eso de que no termine su cuadro, pero sobre todo porque le tengo mucho cariño. Así, en lo extraordinario, uno comprueba lo potente de lo ordinario, el cariño que se cuece, o se teje, en lo pequeño, en lo rutinario, ya sabemos, la única tierra en la que agarra el amor.

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