Para la chica del Women Secret ya no hay tetas grandes o pequeñas. Tú eres una 95D, ¿verdad? Tú eres una 80B, ¿no, cielo? Y así.
Para esa mujer ya no tiene misterio mirar un pecho, reconoce de un golpe la forma, el peso, el diámetro, yo qué sé... A nosotros, a los profanos (y a las profanas), siempre nos quedará el placer de la duda, la naturalidad y el ojo del buen cubero.
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