martes, 25 de junio de 2013

Descanso

Qué descanso, llegar aquí, a este lago para escribir, sin nadie que me mire, sin nadie que me mida, sin la presión del público, del clímax, sin el síndrome del aburrimiento, todo eso. Qué descanso poder escribir sin más fin que vaciarme un poco, el chorreón que me sobra, el poco que me apetece soltar aquí.

Escribir para un auditorio es complicado. No sé por qué aquí no lo es, si tiene su auditorio, pero no lo es.

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