sábado, 24 de agosto de 2013

Cárcel

Yo, ya lo he dicho, no tengo fuerza para perdonar, hubo una racha, acuérdate, la adolescencia, en que no me perdonaba nada; algo queda.

Leo en una revista que tenía aparcada, que se edita en la cárcel en la que estuvo Marta, la mujer de Luis Ángel, que hay 2 justicias, la divina y la humana. Yo soy muy mundano, yo soy corto de miras, de corazón apretado y metro en mano, yo no sé abrir el grifo, yo soy un desconfiado que no cree mucho en el arrepentimiento ni en el cambio de "los malos".

Dice el Papa, como Marina, que ser cristiano es creer que el bien vence al mal. Total no me queda...

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