domingo, 16 de diciembre de 2012

Sufrir

Sufrir porque uno quiere es algo que muchos hacen; yo lo hago cuando corro, sufro un poquito, sufro lo que quiero sufrir, me ducho y me tumbo satisfecho a descansar de ese sufrir de quita y pon.

Hoy en la Media he sufrido más de lo que quería. No consistía en bajar el ritmo para sufrir menos como otras veces: la pierna me dolía igual a cualquier ritmo, por eso había que acabar cuanto antes y ya está (la decisión de dejar de sufrir abandonando no entraba en mis planes orgullosos, en los 2 meses de entrenar con un objetivo que se había disuelto hacía kilómetros).

Lo educativo de esta vez no ha sido el sufrimiento. Hoy le ha tocado al azar (otro gran invitado de las lecciones que aprendo), a lo que se me escapa, a lo que ni 2 meses ni 10 fisios pueden dominar. Porque ni rogar ni dar con el mazo valen cuando no hay clavo.

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