miércoles, 7 de noviembre de 2012

Varias cosas

Ayer hablaba Cela de la gente correcta correctísima toda su vida, carne de manicomio el día que les da por hacer, decir, vivir de golpe todas las locuras que no han vivido.

Ayer hablaba Cela de la conformidad, o sea, de la cintura, de la sonrisa, de la perspectiva.

Ayer hablaba el Evangelio de que la felicidad no es un producto de lujo, pero que siempre encontramos excusas para no comprarla. Hoy decía que a veces hay que abandonar ciertas cosas para conseguir otras.

Hoy hablaba Marta de no dejar escapar las cosas, los momentos.

Total, que todo me habla de lo mismo, o que en todo me encargo de escuchar lo mismo, que esta entrada de varias cosas es de una sola, que me repito al decir que me repito, que me repito al repetirme mis conclusiones, y que ni aún así me las aprendo.

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