domingo, 4 de noviembre de 2012

Amigos

Aparte de aquella sensación de no merecer ciertos cariños, de no saber corresponderlos, de ser sólo receptor, hoy me sorprende lo sutil, lo constante pero prudente de la insistencia de mis amigos, lo querido que me siento por teléfono, por mensaje, por lo que sea.

Uno tiene la sensación de que pasa un poco rápido por las cosas, un poco por encima de ellas, que no responde como debe a lo que recibe, ni con el tiempo ni con la pasión que merece. Uno tiene sensación de que va un poco a lo suyo y de que, no sabe por qué, la vida le regala amigos. Por supuesto, los acepto, pero no dejan de sorprenderme.

2 comentarios:

  1. diría que solo tienes lo que te mereces, pero puede que me quedara corto

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo te diría que merecer viene de "mer", raíz probablemente etrusca (los pelos como escarpias) que significa partir (y de ahí meretriz o merienda, por ejemplo).
      Pero no te lo diré. Sólo te daré un gracias que etimológicamente no está claro de dónde viene, pero ya te digo yo que éste en concreto viene de mis más tiernas entrañas.

      Eliminar