martes, 11 de septiembre de 2012

Perfume

Los pinos lo saben, huelen mejor por las mañanas, al despertar, cuando el sol aprieta poco, porque el olor les sale más suave, sin estrujar, y aprovechan entonces para ligar. Luego, cuando el calor les pone a sudar y las chicharras no se callan, el aire pesa más, huelen a cuarentón de discoteca y Brummel y no hay quien los aguante.

A nosotros nos pasa lo contrario, al salir de casa nuestra colonia insulta. Hay que esperar a mediodía para oler lo adecuado, lo justo, lo erótico.

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