miércoles, 19 de septiembre de 2012

Amor

Cambiarse de calzoncillos es otro rito del amor, de ese amor gotitas con que se quieren las parejas que se quieren. Cada gesto de la liturgia me trae a ti, agacharme al cajón, encoger la tripa, estirar la goma por los lados un par de veces quién sabe para qué.

Abrir la colcha de la cama para irse a dormir sigue teniendo los milímetros de tu olor, desarropar la almohada arropa mi ternura, que se da una vuelta de algodón en tu recuerdo.

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