viernes, 18 de octubre de 2013

Pan con miel

Andaba un señor, un mendigo, 6 pelos recién cruzados, recién chupados, no sé, sobre la calva. Andaba este señor, digo, desayunando pan con miel esta mañana en un banco de la estación. Dibujaba con cuidado nada concreto sobre el pan, caminitos de miel.

A mí el pan con miel me lo dio a probar mi padre una tarde para merendar (esto suena muy García Márquez). No sé si me supo rico, pero sí me supo a ser mayor, a no ser ya de galleta maría.

Escribí en algún cuaderno que el pan con miel es la comida de los frailes, o de los santos, no sé lo que dije. Yo desayunaba hasta hace poco pan con miel. Ahora no lo desayuno porque estoy en una rara dieta de complejidades, ando quitándome de encima lo barroco. Pero supongo que volveré, seguro que en invierno vuelvo a desayunarlo, porque el pan con miel, no hará falta resumirlo, es la comida sencilla de la gente que echamos algo en falta.

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