Esa señora corre mucho. No, espera, son los tacones. Es que da pasos muy cortitos y parece que da muchos, pero no, es el eco vacío de los tacones.
Cuánto ruido y qué poca nuez venden algunos, los que van diciendo ayes por la vida, suspirando, megafoneando sus micropasos. Pero no pasa nada, les conocemos, sabemos lo que son, carton-piedra, casas de cerdito de paja.
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