Hoy, buscando una cosa, he leído correos antiguos. Qué vergüenzilla, qué pedante era, qué pedante debo de ser ahora también. Cuando releo el blog intento no irme muy atrás (una semana, dos como mucho) porque me da miedo ir un poquito más allá y ver que ya soy distinto, que lo que escribí me suene ridículo y facilón y de otro porque lo que escribí ya no sea yo.
No hombre, no. Cambian envoltorios pero ya hace mucho que tú eres tú.
ResponderEliminarJaja. Pues precisamente era un correo para ti el que leí. Jajajaja.
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