domingo, 29 de junio de 2014

Migas

De mi abuela heredé la ternura de echarle a los pájaros las migas del mantel después de comer. Era una pirueta más de su generosidad, de su mirada, que veía lo pequeño, y que lo alimentaba a su medida.

Y no hay que explicar que la santidad se mide en migas de pan.

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