miércoles, 4 de junio de 2014

Poesía

El otro día releí una cosa de hace tiempo y me gustó y dije, leche, he perdido poesía.

Hoy en el parque he visto una pareja vieja queriéndose despacio, igual que se levantaban del banco, igual que andaban, muy despacio, del brazo. El cariño se cuece en puchero y no al microondas, y la poesía no la tiene uno, la huele o no la huele, pero no es de uno. Por tanto, lo que uno pierde es olfato, pero la poesía sigue en el aire, como en la canción. Menos mal.

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