miércoles, 22 de octubre de 2014

Y otra vuelta

Al taller de relato. Creo tanto en la risa que igual me equivoco, que igual la invoco donde no pega, igual me confundo y le pongo nota a las cosas que hago por lo que me río y no por lo que me hacen pensar, por ejemplo. "¿Qué tal el taller?", al entrar en casa. "Bien, me he reído". Pues eso, se despide hasta mañana un falso escritor de risa floja.

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