lunes, 27 de octubre de 2014

Gorditos

Yo, que fui gordito (y eso es algo más que tener sobrepeso), me alío siempre con los débiles. Hay un chaval en Top Chef al que, según dijo, le dieron caña de pequeño. El chaval habla desde dentro, como si tuviera los ojos cerrados, quiero decir, desde su mundo, sus palabritas acabadas en ita, todo eso. O sea, que la caña que le dieron no consiguió tapar la razón por la que le tenían envidia: era distinto, era feliz, y era fuerte. Ahí está, ahí ha llegado no para ganar un juego de sartenes ni para ganar a sus rivales; ahí está para ganar a todos los inútiles que no supieron hacer otra cosa en su vida que meterse con los buenos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario