domingo, 6 de julio de 2014

Cambiar

A veces pierdo la fe en lo pequeño, con lo amigo que soy yo de lo pequeño. Pierdo la fe, por ejemplo, en la gotita que cae cada día en este blog, y entonces dejo 4 o 5 días de escribir. Pierdo la fe en las prácticas de Shiatsu, que parece que no han cambiado nada en mí, pero tampoco en los que las reciben, y entonces también pierdo la fe en el Shiatsu. Pierdo la fe en los abdominales, las pesas, los cambios.

A veces se me olvida lo que cambia la Luna de un día para otro (hoy es cuarto creciente), lo que cambia de un ratito para otro (ahora es un poquito más grande que hace media hora, cuando la veía de la cadera de Marta). A veces hasta a la Luna se le olvida que cambia, y, lo más importante, que cambia sin querer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario